lunes, 20 de octubre de 2008

(Sebastián Román Lobato)Rascacielos en la Valduerna


Sebastián Román Lobato muestra en iStore sus metrópolis inventadas

Sebastián Román Lobato es de Castro Tierra, un pueblo leonés célebre por la gran romería que cada año concita a los fieles de toda la diócesis de Astorga. Es pues un lugar lleno de historia y tradiciones. Nada podría hacer pensar al visitante que transite por sus calles que tras una de esas tapias, en un amplio corral, se encuentra la factoría de imágenes futuristas de Román.

Pero vamos a contarles su historia. El joven creador hace excursiones a los centros de desguace de ordenadores para buscar elementos con los que construir ciudades, auténticas metrópolis en las que los rascacielos florecen peligrosamente. Después en una ardua labor de selección y montaje, Román consigue urbanizar sus sueños y las siluetas de sus ciudades inventadas llenan el espacio del patio de su casa, que llegado este momento se convierte en set fotográfico. Allí, el cielo de la Valduerna, acostumbrado si a caso a iluminar algún castillo en ruinas, se convierte en el horizonte de las fantásticas capitales de los sueños del joven artista.

Estos días se puede admirar una colección de estas singulares fotografías en iStore, precisamente un establecimiento dedicado a la venta de ordenadores, lo que le hace ser el escenario ideal para esta muestra.

“La más importante del trabajo es el resultado final –explica Román- esas imágenes que nos muestran perspectivas imposibles de ciudades imaginarias. No se puede normalmente volar sobre un rascacielos, o conseguir estas instantáneas nocturnas… por eso estas fotografías van más allá de la realidad. Aunque también tiene su mérito la búsqueda de la chatarra que acabará convirtiéndose en sugerentes edificios”.

Lo que hace el joven artista es modificar, reciclar plásticamente, elementos que solamente sirven para la basura y que a través de su trabajo se convierten en arte. “Sólo viviendo en un pueblo se puede tener sitio para guardar el ingente montón de elementos electrónicos inservibles que se trasformarán en ciudades. En los elementos que empleo para mi trabajo no hay nada comprado, es todo sacado de los puntos blancos e incluso de desperdicios que encuentro en la calle. La mayor parte de los elementos son parte de teclados y placas base… lo único que tienen a mayores es el adhesivo y la pintura”.

Los resultados son espectaculares y se deben “a poder modificar a capricho la orientación de los edificios y las luces, a jugar con los edificios, a moverlos de forma que la iluminación sea perfecta. Naturalmente nadie puedo hacer esto con ciudades de verdad. Otra cosa importante es que las fotografías no tienen ningún tratamiento digital, que sencillamente plasman la realidad… bueno la realidad que yo me invento”.

Fotografías sorprendentes y una instalación videográfica forman la original muestra de Sebastián Román, un joven artista que ha sido capaz de inventarse un nueva estética urbana.



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