jueves, 30 de octubre de 2008

Arte, vino y gastronomía



Las creaciones de Vicente García Plana, los Vinos de Enate y la gastronomía del Corte Inglés, maridan a la perfección

Cada botella de vino, o por ser más exactos, su contenido, produce en cada uno de los que disfrutan de ella sensaciones diferentes y únicas. Esta es la filosofía de un artista, Vicente García Plana, para crear su colección de Etiquetas Imposibles.

La historia comienza en la muy vinícola tierra del Somontano aragonés, concretamente en las jóvenes bodegas de Enate.

Vicente García ha sabido crear una fantástica historia en tres dimensiones en el exiguo espacio de una botella. Y con estas creaciones ha realizado una exposición o, por decirlo con palabras más actuales, una sugerente instalación, en la que todos estos capítulos forman un libro virtual que habla de amor, de amistad, de emociones, de todo aquello que los humanos somos capaces de vivir en la ceremonia que se oficia alrededor de una botella de buen vino.

Su colección de Etiquetas Imposibles puede verse estos días en el Club del Gourmet de

El Corte Inglés. Y con este motivo se han presentado en el restaurante de los grandes almacenes los vinos de Enate. Ha sido en el transcurso de una comida en la que se ha realizado un sustancioso maridaje entre los caldos de la bodega aragonesa y los suculentos platos que a propuesto Osvaldo, el vanguardista cocinero de El Corte Inglés. Para un delicado y delicioso Paté de perdiz con puré de alubias y albaricoques, se ha propuesto el Enate Rosado, un caldo joven y muy afrutado donde destacan los aromas de la fruta y que algunos de los asistentes compararon con nuestros Prieto Picudo.

Para las patatas con langostinos, receta recuperada de la mejor tradición asturiana, el Enate Chardony, un vigoroso blanco criado con mimo en barricas de roble francés. Por su parte el Compacto de morcilla y manzana, una creación sublime del artista de los fogones, fue acompañado de un original Enate Syrah Shyraz, elaborado teniendo como ejemplo los caldos que con esta variedad se hacen en Francia y Australia. Y, finalmente, con el Morro de ternera en salsa vizcaína, los presentes se dieron la satisfacción de degustar uno de los vinos estrella de la bodega, el Enate Reserva 2005.

Enate comenzó su aventura vinícola en el año 1991, con el objetivo de elaborar vinos de la mayor calidad dentro de la Denominación de Origen Somontano. Es un ambicioso proyecto que continúa sorprendiendo con sus caldos de altísima calidad que siempre están hermanados con los artistas, ya que cada una de las botellas del catálogo de la bodega lleva una etiqueta diseñada por un pintor distinto. Incluso su gran reserva, que solamente se elabora en las cosechas excelentes, cuenta con una etique distinta para cada añada. La del 2005, que salió al mercado recientemente pertenece a Canogar. Mientras que en años anteriores las han firmado artistas tan relevantes como Chillida, Saura, Tàpies o Broto.

El arte, el vino y la buena cocina fueron capaces de acercar a los asistentes a una atmósfera diferente, llena de sugerencias y recuerdos, de debates y acercamientos, de sabores, texturas y aromas… el arte y una buena mesa consiguen siempre hacer que las crisis, por duras que sean, queden aparcadas en un rincón, aunque sólo sea por un breve periodo temporal.

lunes, 27 de octubre de 2008

Un alumno leonés en El Bulli



Daniel Giganto trae a León las novedosas técnicas del superlujoso restaurante de Cala Montjoi

Es como el hijo pródigo de uno de los más sustanciosos cocineros de León. Ha vuelto a casa a pesar de que ha vivido una larga temporada en el templo máximo de la cocina española. Se llama Daniel, y es el hijo de Amancio, el ilustre cocinero que hace como nadie las patatas a la importancia. Confiesa el feliz padre que él también hubiera querido estar al lado de Ferran Adrià en su restaurante El Bulli, “Pero con mis años es imposible ya ir en busca de la innovación. Solamente me queda seguir haciendo lo mío lo mejor posible. Pero es importante que Daniel traiga nuevas ideas, nueva savia, a nuestro restaurante”.

Tres meses ha estado el joven aprendiz en Cala Montjoi, aprendiendo los secretos, mejor diríamos las técnicas, del genial cocinero catalán. “Ha sido una gran experiencia profesional. Trabajar en el que está considerado como el mejor restaurante del mundo no tiene ningún parangón, no lo pensé… y quizá vuelva, pues la puerta, según me dijo el maestro al despedirnos, ha quedado abierta. Por cierto, que quiero señalar que Ferran, a pesar de del reconocimiento mundial que tiene, es una persona enormemente sencilla, que habla normalmente con todos los que y trabajan en su empresa y que, por encima de lo sofisticado de su cocina, es capaz de cenar un bocadillo de sardinas”.

Daniel Giganto Arias conoció desde niño los fogones de Amancio, por eso la pregunta es inevitable, ¿hay gran diferencia con los de El Bulli? “Mucha –dice- aquello es un pequeño laboratorio, es una auténtica sinfonía de sabores, un cúmulo de novedosas maneras de trabajar, de tratar los productos… no digo que mejor o peor que la de mi padre, pero es una dimensión diferente. Son restaurantes completamente distintos, partiendo de la base que aquí hacemos una comida tradicional, mientras que allí van muchos pasos por delante buscando siempre elaboraciones muy complejas, matices completamente nuevos… es otra historia”.

El joven cocinero aún está en una nube y confiesa que lo que más le sorprendió de El Bulli es “el mimo por el detalle. El primer día de estancia allí –dice- me mostraron el armario donde guardan la cristalería y había cincuenta y siete copas distintas. Es admirable el cuidado que tienen con las pequeñas cosas, por ejemplo, la rosa que ponen siempre sobre la mesa. Es admirable su cuidado por los detalles”.

Claro que bien se puede poner interés en los detalles cuando trabajan en la casa setenta y cinco personas para atender cada noche a cincuenta. “Sí, casi tocan a dos personas por cada comensal. Eso explica en parte los altos precios que hay que pagar por comer allí. Una atención esmeradísima, unos platos llenos de innovaciones, unas materias primas exquisitas… sin duda, hay que pagarlo”.

A Daniel hay cosas de El Bulli que le gustaron especialmente. “Hay que tener en cuenta que Adriá presenta cada año una carta nueva con cerca de trescientos platos, de ellos selecciona cuarenta para el menú degustación. A mi me gustaron mucho el Negrito, un pescado muy abundante en la Costa Brava que preparan con jugo de jamón. También me pareció espléndido el Canapé de caza, de trufa blanca y liebre. Y las navajas, sirven una navaja a la plancha con su falsa de naranja y un alga japonesa… Pero lo que más me sorprendió, sobre todo visualmente, fue el tema de pastelería, que en El Bulli es un auténtico arte”.

Daniel está seguro de que su larga temporada en El Bulli, al lado del maestro Adrià y sus acólitos, será positiva para su carrera. “Por lo menos vas a tener una cosa clara: sabes lo que no debes hacer. Después hay un montón de ideas que pueden tener cabida en nuestra oferta gastronómica, aunque hay otras que son completamente inviables, por su complejidad y por el sacrificio económico que supondría para nuestros clientes”.

El hijo de Amancio tiene fijación por una cosa sencilla que en El Bulli se ha hecho imprescindible, las aceitunas esféricas, un aperitivo que nació en el 2005 y que desde entonces está siempre en las mesas del mítico restaurante. “Es una maravilla y además sencilla. Hay que sacar el jugo concentrado de las aceitunas y luego por un método de esferificación-inversa consiguen hacer de nuevo una aceituna. Pero hay que tener en cuenta que para hacer una de estas aceitunas tecnológicas hay que emplear veinte aceitunas naturales”.

Daniel tiene trabajo al lado de su padre, pero después de esta experiencia está dispuesto a pasar siempre sus vacaciones trabajando en grandes restaurantes para aprender las novedades del cada vez más complicado mundo de la restauración. Y mientras, su padre, Amancio, sonríe y ve como su retoño se anuncia como gran sucesor de su estupenda carrera ante los fogones.



La copla y los vinos bercianos hacen una buena combinación


En la antigua calle de Renueva hay un joven restaurante con el nombre más típico y castizo de cuantos existen en la ciudad, se llama La Copla, y ofrece una cocina elegante, moderna y creativa. Además tiene otro atractivo especial en estos tiempos de crisis, por un lado sus precios están al alcance de todos los bolsillos y, después, tiene menús destinados a las personas que se ven obligadas a comer habitualmente fuera de casa y que no pueden permitirse el lujo de hacer dispendios. Así se conjugan la buena cocina, el escenario elegante y la accesibilidad económica, cosa que, como decíamos, en estos días tienen la máxima importancia.

Pero en este caso no se trata de hablar de cocina, sino de dejar reseña de la cata celebrada en La Copla el pasado miércoles. Se presentó, lo hizo Antonio Gómez Martínez, la bodega berciana Viña Albares. “Viña Albares –explicó- es una exclusiva bodega situada en El Bierzo. En Viña Albares somos expertos en la elaboración y comercialización de vinos a partir de uvas de viñedos propios. Apostamos por la calidad y el buen precio, por encima de la producción masiva, lo que nos permite obtener unos vinos de calidad a partir del mimo y la dedicación hacia nuestras viñas. Nuestras variedades van desde la originaria Mencía del Bierzo, hasta la Gewürztraminer, pasando por Merlot, Syrah, Tempranillo, Cabernet o Sauvignon”.

Son varios los vinos que actualmente comercializa la bodega, “Elaboramos –comentó- Vinos de la tierra de Castilla y León: Quinta del Obispo, uVeA, Albares (nuestro vino de más alta gama, en edición limitada”) y vinos D. O. Bierzo: Tierras de Albares”.

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Buena parte de la producción de uva de esta bodega se basa en viñedos antiguos. “Nuestro legado es un total de 50 hectáreas de viñedos propios, algunos de ellos con más de 150 años de antigüedad, de donde nace el Albares edición limitada. Los frutos de estas tierras son transformados en vinos de calidad única, que debe su agradecimiento en parte a la excelente localización y geografía de nuestros viñedos (700m por encima del mar), exposición solar al sur y su terreno arcilloso-arenoso, ideal para el cultivo de la vid. Unión entre tradición, cuidado y avances tecnológicos que dan como resultado un vino diferente y especial para cualquier paladar”.

En la cata nos resultó especialmente brillante su blanco uVeA. Un caldo de color amarillo ambarino sorprende, con ligeros reflejos rosáceos y asalmonados. Pero el fuerte de uVeA Sauvignon reside en su riqueza aromática floral, que provoca un intenso impacto en el olfato que va incrementando su intensidad una vez servido en copa, en contacto con el aire. Su condición de vino dulce sin aguja combinado con sus excelentes características aromáticas, unidas a su gran suavidad en el paladar convierten a este vino en un caldo delicioso.

También es muy interesante su Quinta del Obispo roble, con quince meses de barrica y un sabor en el que ensambla perfectamente la madera. Vino de la Tierra de Castilla y León, este tinto presenta una profunda fusión entre las notas aportadas por la juventud de la Mencía y el envejecimiento de este tipo de uva en roble francés. Presenta un marcado color rojo guinda con matices azulados. Las sensaciones gustativas denotan la finura de su tanino y la untuosidad propia del envejecimiento, En nariz se perciben sensaciones de humo, especias y frutos rojos. Fue premiado con el Zarcillo de Plata en el año 2007.

(Esther Santás)Un ojo leonés sobre Tokio


La fotógrafa leonesa Esther Santás expone en la Galería

Desde sus comienzos uno de los secretos de la fotografía es la originalidad del los motivos retratados, así se explica fácilmente la cantidad de instantáneas de países lejanos que vemos habitualmente en los concursos. Quizá por eso la leonesa Esther Santás ha cogido sus bártulos y se ha ido ni más ni menos que a Japón.

Pero su viaje a Extremo Oriente no ha sido para fotografiar pagodas, o para retratar a delicadas bailarinas en kimono. Santás, que viajó en compañía de un grupo de arquitectos, ha querido capturar las imágenes que mejor definen a las grandes urbes japonesas, esos conglomerados de edificaciones modernas y antiguas que marcan la diferencia de las grandes ciudades de aquel país con las occidentales.

Esther Santás ha trabajado desde dos perspectivas muy distintas, por un lado muestra al espectador visiones espectaculares donde se puede apreciar el complicado entramado de las grandes ciudades niponas, su dédalo de calles, sus muros de rascacielos… todo un ejercicio de geometría diseñado para que los millones de personas que habitan, por ejemplo, Tokio, puedan desenvolver su vida cotidiana.

Por otro lado, la fotógrafa muestra una gran sensibilidad al presentarnos pequeños detalles, rincones en los que juega con la luz y las sombras. Son espectaculares sus instantáneas de los relieves que en las calles japonesas sirven de señalización a las personas invidentes. E, indudablemente intimistas, algunas tomas de esquinas y fragmentos de edificios en las que la artista muestra la otra cara de la enorme metrópoli.

Ha querido Santás dejar claro que en Japón no separan la arquitectura antigua de la más innovadora, y en algunas de sus fotos presenta esquinas en las que conviven, en oriental armonía, lo viejo y lo nuevo, lo ancestral con lo futurista.

Completan la exposición algunos divertidos, aunque no por eso menos rigurosos, trabajos de ingeniería digital, en los que, con un tono evidentemente lírico, presenta auténticos poemas en imágenes.

Y todo esto en el pequeño espacio de la peluquería Galería, en la calle del Conde Luna, número 7. Un paso más en la ya larga carrera de Esther Santas que cada vez se muestra más como una fotógrafa completamente comprometida con la modernidad.


(Gonzalo Prieto)Desembarco en la realidad


El joven pintor leonés Gonzalo Prieto expone en la galería Sardón

Es verdad que en los últimos tiempos, en los últimos dos años, la carrera pictórica de Gonzalo prieto ha ido In Crescendo, como acertadamente ha titulado el artista su nueva exposición en la galería Sardón. Ha sido una época de experimentación continuada en busca de caminos nuevos. Ha sido una lucha tremenda que le ha servido para encontrar su sitio, para definir su personalidad pictórica. Para ello ha pasado por todas las técnicas, desde lo más clásico del óleo, a las nuevas vertientes digitales, todo le ha interesado pero, al final, se ha quedado con una sugerente figuración llena de originalidad que ya forma parte de esta exposición pero que, según cuenta el propio artista, veremos definirse definitivamente en la próxima.

Explica el pintor que en su trabajo ha ido “experimentando texturas, trabajando los diferentes cromatismos… para integrarlo todo en algo figurativo. Yo voy un poco al revés, estoy pasando de la abstracción pura y dura a la figuración, del expresionismo al hiperrealismo. En esta etapa estoy pintando mucho con acrílicos y óleo”.

En cuanto a sus coqueteos con los ordenadores reconoce Gonzalo Prieto que no es lo suyo. “Es algo que está de moda y de lo que no hay que renegar, lo he intentado y he logrado resultados muy interesantes, pero creo que la pintura de siempre, la que yo creo que es la de verdad, es superior a los unos y los ceros de la informática”.

Si algo se puede destacar en los cuadros de esta exposición es la fuerza con la que Prieto emplea el color, sin ninguna inhibición, arriesgando mucho, ya que en la mayoría de sus lienzos trabaja con colores pletóricos de fuerza y que sin duda le habrá costado mucho dominar.

In Crescendo es una ocasión importante en la carrera de este joven pintor ya que, después de conseguir algunos premios importantes, y de haber logrado encontrar el que parece ser su camino artístico definitivo, esta es su oportunidad para demostrar lo que lleva dentro, que por las muestras que hasta ahora ha ofrecido en sus exposiciones, es mucho.


miércoles, 22 de octubre de 2008

(María Manterota)Pintando la barra de un bar



La pintora asturiana María Manterota muestras sus óleos en Sharon Art

La galería Sharon Art es el escaparate que emplean para presentarse en León los artistas del Principado que proceden del círculo del gran pintor asturiano Amado Hevia Favila. Desde el joven, y ya conocido internacionalmente, Hugo Fontela, a esta gran pintora que ahora expone en la sala de Cervantes, Miren Manterota, muestran habitualmente sus obras en esta galería.

Manterota es una pintora con estilo muy definido, ella se ha fijado en el paisaje urbano y lo interpreta de muy diversas maneras, en los últimos tiempos desde los interiores llenos de luces indirectas y neones de las grandes cafeterías. Sus obras están formadas por un conjunto de reflejos, luces, sombras y, las siempre difíciles de retratar, transparencias de los cristales.

La artista trabaja, como buena parte de los pintores contemporáneos que se dedican a interpretar de forma realista los motivos de sus cuadros, parte de tomas fotográficas que le permiten trabajar en la tranquilidad del estudio. “Cuando encuentro un lugar que me inspira –comenta Manterota- hago varias fotografías para captar ese momento mágico en el que la luz y las formas confluyen para crear una atmósfera especial. Después en el estudio comparo, y tomando un poco de aquí y de allá, voy creando un lienzo que represente lo que yo sentí en el momento en el que estaba en esa cafetería, que al final es el escenario de mi trabajo”.

Manterota trabaja con óleo sobre lienzo, en una interpretación completamente académica de la pintura. En cuanto a su dedicación a este tema singular, ella, que ha titulado su exposición De Copas, dice, “Creo que las cafeterías son lugar de encuentro y también el sitio que muchos dedican a reflexionar. En ellas se conoce gente y se disfruta de forma lúdica. En estos tiempos se han convertido en algo importante en la vida de las personas. Quiero resaltar que yo en mis cuadros busco la representación del escenario, exclusivamente. Las figuras, las personas, los seres humanos, llegarán o se habrán marchado, siempre quedará la duda”.

Y sepamos, como colofón, lo que opina de sus cuadros el maestro Favila: Miren nos ofrece su particular visión de los espacios interiores, nocturnos en su mayoría, a través de una explosión de color y sutileza, representando gracias a leves y acertadas veladuras, particulares escenas de sobremesa, de interiores cuidados en detalles, que rozando el género del bodegón, renuevan el concepto de este y nos lo entrega transformado y madurado, rotundo”.


lunes, 20 de octubre de 2008

(Sebastián Román Lobato)Rascacielos en la Valduerna


Sebastián Román Lobato muestra en iStore sus metrópolis inventadas

Sebastián Román Lobato es de Castro Tierra, un pueblo leonés célebre por la gran romería que cada año concita a los fieles de toda la diócesis de Astorga. Es pues un lugar lleno de historia y tradiciones. Nada podría hacer pensar al visitante que transite por sus calles que tras una de esas tapias, en un amplio corral, se encuentra la factoría de imágenes futuristas de Román.

Pero vamos a contarles su historia. El joven creador hace excursiones a los centros de desguace de ordenadores para buscar elementos con los que construir ciudades, auténticas metrópolis en las que los rascacielos florecen peligrosamente. Después en una ardua labor de selección y montaje, Román consigue urbanizar sus sueños y las siluetas de sus ciudades inventadas llenan el espacio del patio de su casa, que llegado este momento se convierte en set fotográfico. Allí, el cielo de la Valduerna, acostumbrado si a caso a iluminar algún castillo en ruinas, se convierte en el horizonte de las fantásticas capitales de los sueños del joven artista.

Estos días se puede admirar una colección de estas singulares fotografías en iStore, precisamente un establecimiento dedicado a la venta de ordenadores, lo que le hace ser el escenario ideal para esta muestra.

“La más importante del trabajo es el resultado final –explica Román- esas imágenes que nos muestran perspectivas imposibles de ciudades imaginarias. No se puede normalmente volar sobre un rascacielos, o conseguir estas instantáneas nocturnas… por eso estas fotografías van más allá de la realidad. Aunque también tiene su mérito la búsqueda de la chatarra que acabará convirtiéndose en sugerentes edificios”.

Lo que hace el joven artista es modificar, reciclar plásticamente, elementos que solamente sirven para la basura y que a través de su trabajo se convierten en arte. “Sólo viviendo en un pueblo se puede tener sitio para guardar el ingente montón de elementos electrónicos inservibles que se trasformarán en ciudades. En los elementos que empleo para mi trabajo no hay nada comprado, es todo sacado de los puntos blancos e incluso de desperdicios que encuentro en la calle. La mayor parte de los elementos son parte de teclados y placas base… lo único que tienen a mayores es el adhesivo y la pintura”.

Los resultados son espectaculares y se deben “a poder modificar a capricho la orientación de los edificios y las luces, a jugar con los edificios, a moverlos de forma que la iluminación sea perfecta. Naturalmente nadie puedo hacer esto con ciudades de verdad. Otra cosa importante es que las fotografías no tienen ningún tratamiento digital, que sencillamente plasman la realidad… bueno la realidad que yo me invento”.

Fotografías sorprendentes y una instalación videográfica forman la original muestra de Sebastián Román, un joven artista que ha sido capaz de inventarse un nueva estética urbana.



La arquitectura a través de la mirada de los artistas



El COAL presenta la exposición de las obras presentadas en el II Concurso abierto de expresión plástica

El artista salmantino Alejandro Emilio Fernández, ha sido el ganador de la segunda edición del Concurso abierto de expresión plástica del COAL, con su obra Geometría soñada. El premio otorgado asciende a la cantidad de 6.000 euros. Los dos finalistas en el certamen fueron el madrileño Carlos Cid Ruiz y el rumano, afincado en León, László Bartha, a cada uno de ellos les correspondieron 2.000 euros.

La participación en el concurso duplico la de la primera edición, celebrada hace tres años, llegando al medio centenar de participantes. Las obras pueden verse en la exposición que el COAL ha organizado en su sede de la Calle Conde Luna, hasta el próximo día 9 de noviembre.

El ganador, Alejandro Emilio Fernández, explica que Geometría soñada “Es una mirada al planeta Tierra desde el futuro. Tenemos la visión de un planeta enfermo, totalmente destruido por la radioactividad de los conflictos nucleares. Lo que puede verse es una ciudad contemplada desde el espacio exterior que tiene doscientos setenta distritos o unidades habitables, debajo de los cuales sobreviven los pocos seres que han conseguido prevalecer. De ninguna manera pretendo que mi obra sea premonitoria sino todo lo contrario, por eso está pintada con colores hermosos, con los colores de la esperanza. Esperemos que en el 3030 podamos aterrizar en un lugar muy distinto, en un valle verde y lleno de pájaros”.

Alejando es un artista veterano que ha sabido incorporarse a las nuevas tecnologías. Su obra es una impresión sobre lienzo digitalizada.

El otro artista premiado asistente a la inauguración de la muestra fue László Bartha, que ha mezclado en su cuadro la nueva arquitectura con sus reflejos sobre una superficie cubierta de nieve y agua. “Lo he pintado –comenta- a partiendo de una fotografía realizada por mi amigo Vicente García. Es una cita al colorido de las fachadas principales del MUSAC, combinada con una superficie que muestra el mismo tema desfigurado por sus reflejos acuáticos, lo que significa una cita a los elementos naturales. Es un cuadro de grandes dimensiones realizado con acrílicos”.

La obra del otro finalista se titula Ciudad interior, y en ella el jurado ha premiado “la plasticidad y sencillez de su propuesta basada en la certera elección de un juego de luces y sombras que enfatiza una pieza conocida dándole un valor artístico singular e independiente del propio monumento físico”.

Todos los trabajos presentados al certamen se muestran en la exposición, pudiendo comprobarse la gran variedad de técnicas y estilo que se han dado cita en el concurso, desde el cómic hasta las maquetas arquitectónicas, y en todos ellos, naturalmente, una referencia a la arquitectura, tal y como exigen las bases del concurso.


Por los caminos del Duero


En la sala Lucio Muñoz se presenta la exposición fotográfica Duero/Douro que cuenta con el patrocinio de Caja Duero

Constelación Arte, el proyecto expositivo de la Junta de Castilla y León para toda la Comunidad, nos tiene acostumbrados a muestras en las que se presenta la obra de artistas de las últimas vanguardias, cuyos trabajos son absolutamente contemporáneos tanto en su concepción como en las técnicas que emplean para su realización. Pero de vez en cuando nos sorprende con algo distinto y, en esta ocasión, le ha tocado el turno a la fotografía de paisaje contemplada desde un punto de vista formal clásico.

La disculpa para reunir a catorce grandes fotógrafos es el río que vertebra a la autonomía, el Duero, pero con añadido de una visión internacional de su cauce que lleva al espectador hasta su final en las tierras portuguesas de Oporto. Por eso el título de la muestra es, Duero/Douro.

La exposición nació por la convocatoria de Caja Duero a un grupo de importantes fotógrafos de Castilla y León, para celebrar el 125 aniversario del nacimiento de Caja Salamanca. Se trataba no sólo de dejar constancia del cauce y los múltiples paisajes por los que discurre el Duero, sino también de aportar una imagen comprometida con la mirada de los autores. El Duero no es solamente un accidente geográfico, también es camino e instrumento de unión entre España y Portugal. El río se ha convertido en vínculo entre dos países que comparten sus potenciales, económicos, paisajísticos, turísticos, gastronómicos y culturales.

Comenta Teresa Sita en torno a la muestra que “La fotografía ha concedido, con un mayor significado, la noción de un paisaje natural. Hoy nuestro museo imaginario, tan creíble como las utopías del hombre, encierra una inagotable sinfonía de paisajes. A unos les llamamos naturales, otros constituyen secciones que se explican con el paso de los tiempos. Todos ellos son la construcción del hombre, pero el paisaje fotográfico guarda dentro de si la emoción de la integración en la Naturaleza que parece haberse perdido”.

Tierras de Soria, paisajes urbanos de Tordesillas o Toro, el paso majestoso del río por la antigua Zamora… después el paisaje perturbador de los Arribes, y la visión del final del Duero en la gran ciudad portuguesa de Oporto con sus monumentales puentes. Todo un recorrido por el principal río de la Comunidad, visto desde ópticas muy distintas y con muy distintos objetivos, pero siempre con el acento artístico de algunos de los mejores fotógrafos de Castilla y León.



Cuando la magia y la lluvia llenan los bosques de hongos

Cuando la magia y la lluvia llenan los bosques de hongos

El Hotel Alfonso V celebra a partir de hoy su XVI Semana Gastronómica de las Setas y el Buey, con las maravillas culinarias creadas por Manuel Mella con la carne roja y los mejores frutos del otoño

Cuentan los viejos del lugar que en los campos y bosques de estas tierras norteñas en el otoño y la primavera no hay duendes, ni hadas, ni trasgos… los del verano han emigrado como las golondrinas y los de la época de los fríos aún no han hecho acto de presencia. En estos tiempos intermedios, en estas épocas de transición, los auténticos dueños de los sotos son los hongos que parecen como por arte de magia siempre ávidos de lluvia y con milagrosa rapidez.

Manuel Mella, el nunca bien ponderado jefe de cocina del Hotel Alfonso V, espera con impaciencia la llegada de las setas y cuando aparecen ya tiene preparado un buen montón de recetas nuevas para prepararlas con todo mimo, para hacer con ellas unas fastuosas delicatessen.

Mella es capaz de pasar horas y horas cortando ligeras lonchitas de la seta del los césares y de ahumada cecina de Astorga, para lograr un apetitoso Carpaccio de los césares con mis hojas de cecina. Tiene imaginación suficiente para crear un auténtico volcán relleno de setas de chopo y acompañado de exquisita crema de hongos. Y que decir de su Arroz cremoso de setas con tosta de mollejas de lechazo, o de sus Espárragos verdes fritos con hongos y queso de León. Su sapiencia le lleva a realizar combinaciones majestuosas como las Plateras estofadas con marisco y crujiente de cigala, o platos sencillos y sabrosos como los Hongos a la Plancha y la Menestra de setas.

Más vale que todas estas delicias no se divulguen demasiado, porque corremos el peligro de que los mágicos habitantes de nuestros bosques adelantes su llegada y llenen durante estas jornadas, desde hoy al día 26, todas las mesas del restaurante del Alfonso V, sin dejarnos sitio para disfrutas de estos manjares.

Pero esto es sólo la primera parte del programa, en la segunda menos magia, más contundencia y la misma prodigiosa aventura de sabores, aromas y texturas. A las setas las complementa el estupendo cocinero con la carne de Buey. Con la sana intención de que la boca se les haga agua, vamos a reseñar algunos de los platos que ha pensado Mella para la ocasión. Comenzamos con el Chuletón de buey con patatas y pimientos de Padrón, seguimos con el Solomillo de buey con mil hojas de patatas, setas y pasas y llegamos a una de las recetas mágicas del singular artista: Carrillera de buey con un toque de frambuesa y chips de boniato. Para quitarse el sombrero.

Pero hay más en este interesante recorrido por la alta cocina: Escalopines de buey rellenos de setas de cardo y puré de coliflor, Rabo de buey estofado con cebollitas francesas, Abanico de entrecot de buey con salsa de trompeta negra y calabacín relleno de pisto y Morcillo de buey al Prieto Picudo y chocolate de Astorga, que nos lleva directamente a pensar en los postres.

Así es la XVI Semana Gastronómica de las Setas y el Buey y así se la contamos. Esperamos y deseamos que puedan disfrutar de todas las maravillas culinarias que Manuel Mella y su estupendo equipo de cocina han diseñado para recibir al otoño con buen arte gastronómico.


La gastronomía del sol naciente


Segundas jornadas de cocina japonesa en el restaurante Barandal

Javier Núñez acaba de regresar de un viaje a Japón, y recién llegado a su Barandal prepara ya sus jornadas de cocina japonesa que se celebrarán desde el 22 del presente mes al primero de noviembre. Las que organizó el pasado año fueron un completo éxito y ahora, con los sabores nipones frescos aún en su paladar, piensa reverdecer laureles. “Cuando hacemos aquí cocina de sitios tan remotos como Japón –dice- siempre pensamos que no vamos a conseguir hacerlo como ellos, tienes una cierta inseguridad, piensas que lo tuyo es inferior. Pero yo en este viaje me he movido mucho y he comido en buena parte de sus mejores restaurantes y he visto que tanto el sushi, como el sashimi… y todos los platos japoneses que recreamos aquí no desmerecen en nada a los autóctonos de aquellas tierras. Lo más importante en la comida oriental es la calidad de sus productos, especialmente del pescado y la carne. Los ingredientes que nosotros ofrecemos en estas jornadas son de primerísima calidad, como siempre procuramos en Barandal, así que no debemos sentirnos en inferioridad ni mucho menos”.

La carne Kobe será también este año la gran protagonista de las jornadas, aunque tiene el gran inconveniente del elevado precio, lo que encarece mucho la comida. “En esta edición –comenta- hemos hecho un menú degustación más abierto para que esta carne figure fuera de este menú. Los que la quieran la tendrán a su disposición, pero ya saben que el precio será superior”.

Hablando de esta carne recordamos que hay mucho de fábula en su historia, “Los ganaderos japoneses puntualizan que no se trata de reses criadas exclusivamente con cerveza, sino que se añade cerveza a su dieta, particularmente durante los meses de verano, que es cuando su alimentación interactúa con los depósitos de grasa del organismo. Las condiciones de temperatura y humedad de las granjas japonesas durante el verano llevan a que la cerveza estimule el apetito de los bueyes y éstos consuman más forraje. En cuanto al masaje, se justifica por el hecho de que las reses más calmadas, relajadas y satisfechas se ha visto que proporcionan una carne de muy superior calidad que las sometidas a estrés o a agarrotamientos musculares. Los ganaderos japoneses consideran que una piel lavada y perfumada con sake redunda asimismo en una mayor calidad de las carnes, y por eso pierden horas enteras en el friegue de sus animales con esponjas impregnadas en sake”. Naturalmente con todos estos cuidados es lógico que su precio sea elevado.

La carta de este año tiene una docena de platos muy bien elegidos que permitirán a los visitantes de Barandal conocer perfectamente lo más destacado de la cocina nipona. Comienza con una Sopa de algas y fideos con huevos de codorniz, después viene la Sopa de miso y tofu, la Tempura de verduras, el Sushi y sashimi, los Fideos soba picantes con ternera, el Korokkle, cocinado con guisantes y marisco, el Tataki de atún y coco, el Tonkatsu de pato con salsa de teriyaki y el plato estrella de las jornadas, el Teppanyaki de lomo de wagyu, la carne kobe más sabrosa y también la mas cara. Como cierre dos postres: Tombayaki de frutas del bosque y un Sorberte de maccha (the verde) con mango frito.

“Además –comenta Javier- en bar que recientemente hemos abierto en el sótano del restaurante, se establece un picoteo para que los clientes puedan pedir platos sueltos de estas jornadas, para que puedan degustarlos de una manera más informal que en el comedor”.

Javier Núñez el joven propietario del Barandal, comenzó su aprendizaje al lado de grandes cocineros como Pedro Subijana (Akelare), Arzak, Martín Berasategui, Santi Santamaría (Racó de Can Fabes) y Fermín Arrambide (Les Pyrennees) en Francia. Ha sido jefe de cocina en los restaurantes Matteo ( Oiartzun -Guipúzcoa), con una Estrella Michelín, La Fragua ( Valladolid ) y El Portalón (Marbella-Málaga).

Durante su trayectoria profesional ha sido asesor del restaurante Pimpilipausa en Chile, y en la actualidad colabora con el restaurante Pepper de Moscú. El pasado año asistió a Expo Aichi 2005 (Japón) con la delegación de Castilla y León, como parte de la representación gastronómica de esta Comunidad Autónoma. Actualmente colabora con el Excal para la introducción de los productos de Castilla y León en EE.UU.

…………

Restaurante Barandal

Gran Vía de San marcos, nº 9, (Complejo de Santo Domingo)

León

Teléfono: 987.22.14.18

Descanso: domingos y lunes noche

Horario: de 13,00 a 16,00 y

De 21,00 a 23,00

Menú de las jornadas japonesas:

Sushi ysashimi

Sopa de miso y tofu

Tempura de verduras

Tataki de atún y coco

Tonkatsu de pato y salsa teriyaki

Sorbete de macha con mango frito

Precio: 43 euros

Calificación: (de 1 a 5) *****


La pequeña historia de las Rosquillas de San Froilán


Ya conocemos la historia de esas deliciosas rosquillas que cada año endulzan la fiesta de San Froilán, el santo patrono de la diócesis leonesa, y vamos a contársela tal y como nos la ha relatado uno de los más ilustres confiteros de la capital, Luis César García González, el jefe supremo de los obradores de la renombrada Confitería Asturias.

César, que nació en la localidad asturiana de Grado, lleva viviendo en León más de cincuenta años, y una buena parte de su existencia la ha dedicado a la dulcería. Pero, además, es un hombre curioso que se preocupa por conocer los detalles y los entresijos de su profesión.

Nos ha contado César que la primera vez que estas ahora famosas rosquillas se hicieron en León, fue hace ya bastante más de veinte años, su procedencia bien pudiera ser de la confitería alemana que tan bien conoce Santiago Pérez, de las desaparecidas Confiterías La Coyantina. Santiago hizo el servicio militar en Gijón y aprovechó este tiempo para aprender en el obrador de un ilustre confitero alemán instalado entonces en la marítima plaza. Después vivió varios años en Alemania, siempre aprendiendo. Él, como decíamos, hizo estas rosquillas por primera vez en esta plaza y, la verdad, no obtuvieron un éxito demasiado importante. Por ello dejó de ofrecerlas en sus confiterías, aunque no las ha olvidado ni mucho menos, ya que figuran en los estupendos recetarios de de la escuela que el creó y que aún sigue funcionando bajo de dirección de su hijo.

Fue Cesar el que andando el tiempo, hace ocho o diez años recuperó la receta y las presentó en La Asturiana, cosechando un éxito importante. A partir de aquí son muchos los que se han unido para festejar al ilustrado santo y así en este momento se han convertido en unas rosquillas muy apreciadas por los leoneses.

“De cualquier forma –nos comenta César- hay una confitería en Madrid – La Mallorquina- que las ha elaborado desde siempre y que las ofrece durante todo el año. Con una diferencia, las madrileñas son de un tamaño bastante más grande, aunque con las mismas características”.

Sus ingredientes son: leche, mantequilla, harina, huevos y azúcar… y para mas detalles les aconsejamos que recurran a Santiago Pérez, un incombustible enamorado de la confitería que les enseñará a hacerlas con su proverbias gentileza.



viernes, 17 de octubre de 2008

(Víctor López de la Fuente)Un pintor que provoca la sonrisa

Víctor López de la Fuente muestra sus fantásticos personajes en la galería Arte Lancia

Víctor López de la Fuente es hijo de pintor, de casta le viene al galgo, y la mayor parte de su aún incipiente carrera se ha desarrollado en el mundo del cómic. Llega el joven artista a Arte Lancia con una serie de cuadros llenos de humor, habitados por una afortunada serie de personajes entrañables que arrastran al espectador a un mundo irreal en el que se reflejan, como en un peculiar espejo, los problemas de nuestro tiempo.

Los cuadros de Víctor, así, simplemente con su nombre le gusta firmar sus trabajos, se inscriben en una parcela que por un lado es fronteriza con la ilustración y por el otro con la pintura de verdad. En ellos siempre se cuentan historias, se relatan con gracia las venturas y desventuras de una larga serie de personajillos capturados en la atmósfera irreal de un mundo imaginario y crítico, pero siempre divertido.

La pintura de Víctor es delicada, bien hecha, realizada sin prisa, para que sus mensajes simbólicos lleguen al espectador y descubran tranquilamente sus múltiples significados. Destaca el tratamiento libre y vibrante del color, una luz intensa inmersa en un espacio irreal.

Mª Pilar Vázquez comenta a propósito de sus obras: “El razonamiento del Adulto, cuya expresión es el silogismo, necesita de término medio. La intuición del Niño no lo necesita. Víctor es un pintor intuitivo y Eric Berne parecía pensar en personas como él cuando decía: Hay quienes estudian una carrera y ejercen durante treinta años para terminar sabiendo el veinticinco por ciento de lo que conocían sobre las personas cuando ejercían su intuición a los cinco años”.

Los sueños, las historias imposibles, los escenarios mágicos y los personajes anónimos de este joven artista son capaces de convertir la anécdota en metáfora. Es la suya una figuración rica en conceptos y registros pictóricos que, además es capaz de divertir al espectador.

Víctor López ha conseguido innumerables premios, especialmente en el mundo del cómic, pero él siente especial predilección por la mención del jurado en el Premio de Pintura del Diario de León del pasado año 2007.






jueves, 16 de octubre de 2008

(Vegonha Rodríguez)Hierro y poesía en los balcones del CLA


La escultora leonesa Vegonha Rodríguez inaugura hoy su instalación plástica titulada Aéreos


La escultora leonesa Vegonha Rodríguez inaugura hoy en los balcones del Centro Leonés de Arte un instalación plástica titulada, Aéreos, que se integra en el proyecto denominado Arte Emergente. Vegonha ha querido llevar al palacete de la calle de la Independencia un fragmento de naturaleza, pero en ningún caso ha pretendido hablar en su obra del espacio natural salvaje, nacido espontáneamente. Es la suya una cita con lo cotidiano, una cita con lo natural desde la óptica de lo que todos tenemos en nuestro hogar. Para ello ha llevado a los egregios balcones de la sede del CLA, una sugerente interpretación de la naturaleza vista con la sencillez de lo cotidiano.

Explica la escultora que los condicionantes más grandes que ha tenido, “son los derivados del respeto absoluto a la fachada”. Comentó después que Aéreos está concebida dentro de la línea en la que trabaja desde hace algunos años. “En este momento de mi vida, lo que hago siempre está vinculado con la naturaleza. En este caso he intentado que la estructura del edificio esté perfectamente integrada con mi trabajo, por eso he elegido como tema la naturaleza de andar por casa, que es la que tenemos todos con los geranios en nuestros balcones”.

La escultora ha realizado dos obras que se complementan y que no interfieren para nada en la estética de la fachada del edificio. Son dos esculturas etéreas, que más que ocupar acompañan, que más que llenar un espacio sugieren la presencia natural entre los rígidos barrotes de la balconada. “He querido que diera la sensación de algo que vemos todos los días, pero integrando además un elemento que empleo mucho en mi obra, que son los peces. He convertido esas flores de geranio en peces. He trabajado con hierro, y en este caso lo he pintado, aunque en otras obras intento dejarlo lo más natural posible tal cual sale de las fundiciones. Lo he pintado para dotarlo de esa sensación de viveza que habitualmente tienen los balcones”.

Arte Emergente, es un proyecto multidisciplinar que se inició el pasado sábado con una acción del colectivo Subsiste. En él participa un total de trece creadores de las más diversas tendencias y enfoques. Se utilizará siempre como sede de estas exposiciones el espacio denominado Arte Emergente, una antigua nave al lado de la sede del CLA, que ha sido completamente rehabilitada para este fin. Algunos de estos proyectos, como el de Vegonha Rodríguez figurarán en la fachada del edificio y en el patio del citado Centro.

La inauguración de Aéreos, tendrá lugar esta tarde a las ocho.


lunes, 13 de octubre de 2008

(Tadanori Yamaguchi)De la piedra al papel



La galería de arte Ármaga presenta estos días la obra del escultor japonés Tadanori Yamaguchi

La galería de arte Ármaga tiene la buena costumbre de ofrecer a lo largo de la temporada dos o tres exposiciones dedicadas a la escultura. Algo poco habitual en los centros culturales leoneses. En esta ocasión la sala ofrece la visión de las esculturas de un joven artista japonés, Tadanori Yamaguchi, que en la actualidad vive en Asturias. “Llegué a España en 1997, becado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y me encuentro feliz en esta tierra aunque, naturalmente, no olvido mis raíces japonesas”.

Y sus raíces se reflejan claramente en las obras que podemos admirar estos días en León. Son esculturas sencillas en su realización, pero plenas de contenidos conceptuales. La piedra es el material elegido por el artista para realizar sus trabajos, especialmente el granito negro y el alabastro. “La citas al arte oriental aparecen en mi obra sin que yo lo intente, es algo natural, una idea inamovible que llevo dentro de mi espíritu”.

Como contrapunto a las pequeñas esculturas pétreas, a sus luminosas realizaciones en alabastro, que normalmente se iluminan desde el interior acentuando así sus formas, Yamaguchi también cuelga en Ármaga una serie de cuadros, más bien urnas, que contienen unas deliciosas esculturas en papel. “Esculturas porque en todo momento trabajo con las tres dimensiones. Las superficies de papel se mantienen en el aire gracias a un complicado entramado de alfileres. Trabajar con una materia tan frágil como el papel, en contraste con la dureza de la piedra, es muy gratificante con el artista, al menos lo es para mí”.

El artista japonés no solamente realiza las esculturas intimistas que podemos disfrutar en Ármaga, también ha visto recompensado su trabajo con el encargo de varias obras públicas en el Principado. “Estoy feliz en España y, concretamente, en Asturias, donde se ha valorado muy bien mi trabajo. Pueden verse esculturas mías en lugares tan dispares como el Parque Tecnológico de Gijón, la Universidad Laboral, el Museo Evaristo Valle, el Parque Municipal de Blanes, el Hotel Santo Domingo, el Parque Municipal de Candás y también otros lugares de España, como la Plaza de Colón de Madrid”.

Tadanori Yamaguchi nació en Nagoya, Japón, se licenció en arte creativo en la Universidad de Kyoto y desde hace diez años reside en Asturias, en una comunidad que le ha recibido con los brazos abiertos y que le ha servido para afianzarse dentro del complicado mundo de la escultura que él combina con instalaciones y video instalaciones que en este caso no ha podido traer a León porque las dimensiones de la sala no se han permitido. “Creo que esta otra faceta de mi trabajo también es interesante y pienso que habrá también una oportunidad de mostrarla en León”. Quedamos a la espera.


La Semana de la Tapa


Las tapas son uno de los elementos más discutidos de la hostelería leonesa. Desde siempre se han enfrentado los hosteleros y los clientes, aduciendo unos que la tapa era un obsequio que hacían graciosamente y argumentado los otros que era una obligación ineludible con cada vaso de vino, caña… o cualquier otra bebida, ya que la costumbre hace ley. Igualito que en las Cabezadas.

Estos días se celebra, bajo el palio municipal que portan la Asociación de Hostelería, y las agrupaciones profesionales del Barrio Húmedo y el Barrio Romántico, la II Semana de la Tapa Leonesa, en la que participan 35 bares y una decena de restaurante de la capital. En los bares, por la módica cantidad de 2 euros, los hosteleros se comprometen a ofrecer una tapa de compleja elaboración y un Mencía, Prieto Picudo, cerveza o similares. Una iniciativa loable, sobre todo por el interés de los bares y restaurantes en promocionar su gremio añadiendo trabajos especiales a sus cocinas. Y un empeño que bien podría llevarnos al buen camino, al que nos recuerda que las tradicionales y gratuitas tapas de León eran pequeños pinchos que apenas servían para animar al parroquiano a tomarse el vino peleón de estas tierras. Porque los tiempos en esto han cambiado tanto que la tapa ha llegado a convertirse en un gravamen extra para los ya martirizados bolsillos de los empresarios.

La culpa la tienen esos bares que han hecho de la tapa un auténtico plato y que, sobre todo en algunas zonas de la capital, son verdaderamente pantagruélicas. Dicen los hosteleros, con razón, que si se quieren tapas elaboradas y de magnitudes mayores hay que pagarlas, como se hace en la mayoría de las ciudades españolas. Si las tapas obligan a tener una o dos personas más en la cocina, de alguna manera hay que compensar este gasto.

Por eso el que los leoneses hagan una larga peregrinación por los establecimientos leoneses degustando las exquisitas tapas que estos van a brindarles pagando, aunque sea un módico precio, yo creo que es muy interesante, porque con el tiempo se puede abrir el camino para que las tapas, que no los ligeros pinchos de siempre que estos deben de seguir siendo completamente gratuitos, tengan un coste para quienes las disfrutan.

Personalmente les aseguro, ya tengo un folleto con la relación de establecimientos que se han adherido a la idea, que les iré visitando todos sin prisa, pero sin pausa, porque estoy seguro de que los hosteleros leoneses saben estar a la altura de las circunstancias y harán que estos recorridos gastronómicos sean enormemente gratificante, por lo menos como lo fueron el año pasado.



Las delicatessen de Villafría


Las pequeñas tiendas de alimentación han tenido que buscarse la vida, las grandes superficies y los supermercados destruyeron la mayor parte de aquellos entrañables ultramarinos y fruterías que durante muchos años fueron la vía a través de la cual llegaron a nuestros hogares los alimentos. Hoy vuelven a nacer como pequeños y sabrosos hongos, primero uno, después diez… y ahora una auténtica pléyade de pequeños y exquisitos colmados, en los que se ofrecen a los hambrientos clientes las más deliciosas delicatessen.

El que hoy visitamos está situado en el número 14 de la céntrica avenida de Roma, esa que muchos han dado en llamar Roma 40, confundiendo el nombre de la calle con el de un pujante establecimiento que lleva en ella todos los años del mundo. La tienda, pequeña y decorada con un gusto exquisito, se llama Villafría, seguramente haciendo referencia al endemoniado clima que soportamos en León.

Nos cuenta su propietaria, Virginia, que su mayor interés “es ofrecer a nuestros clientes productos de una calidad superior. Comenzamos teniendo solamente productos de León, pero después hemos ido abriendo poco a poco el abanico de nuestra oferta”

Villafría es un mundo de sabores, texturas y aromas, pero sus principales productos son “el chorizo, el salchichón, lomo… todo el mejor embutido de León. También legumbres que nosotros mismos seleccionamos en algunos pueblos y que ofrecemos directamente a nuestros clientes. Todo ello conjugado con una amplia selección de delicatessen: patés, aceites, vinagres, diferentes productos del Bierzo, conservas. Creo que lo interesante es que nos visiten y disfruten viendo lo que ofrecemos después, si es de su agrado, que lo disfruten también con los suyos en la mesa”.

Hay que alegrarse de que estos establecimientos altamente especializados nos ayuden a disfrutar de los manjares más exquisitos.


Cinco años cocinando… dos


El joven restaurante Cocinandos celebra su primer lustro de vida con un curso de cocina navideña

Cuando hace cinco años Juanjo y Yolanda hicieron su propuesta gastronómica, cuando iniciaron el proyecto de Cocinan… dos, nadie daba un duro por ellos. Hoy, después de sesenta meses de éxito su oferta ha sido admitida y alabada, su éxito ha sido total, hasta el extremo de haberse consagrado como uno de los referentes de la mejor cocina leonesa.

Ahora, para celebrar el aniversario, estos dos jóvenes cocineros se han propuesto convertir su restaurante en Cocinan… muchos. Para ello han convocado unos cursos de cocina navideña con la que los alumnos podrán sorprender a su familia estas blancas navidades.

El curso tendrá solamente un día de duración, para ser concretos una tarde y en ella Yolanda y Juanjo enseñarán a preparar aperitivos para poner en el centro de la mesa, crema caliente, el marisco (arroz con bogavante), la carne (lechazo asado con muchas hierbas) y los dulces. Al término de La clase los profesores y los alumnos se reunirán en torno a la mesa para degustar las delicias que han cocinado.

Nos explican que no es este el primer curso que hacen, “Algunos laboratorios de farmacia nos han encargado hacer algunos destinados a los médicos y han sido un éxito completo. Por eso ahora estamos seguros de que con este dedicado a la cocina navideña los asistentes pasarán un rato estupendo y podrán degustar lo que ellos mismo han elaborado en los fogones”. El curso se impartirá tres días del mes que viene, 12, 19 y 26. El precio por persona el de 95 euros.

Recordemos que Cocinandos nació con “la idea de explotar la creatividad, basándonos en nuestros conocimientos del producto y de las técnicas culinarias. Nuestro proyecto es el de un equipo joven y dinámico con ganas de aportar nuestra visión de una actualizada cocina leonesa. Como su nombre indica somos dos cocineros que hemos aprendido en algunos de los mejores restaurantes de España (Arzak, La Broche, El Echaurren, El Amparo, Casa Marcelo, etc.). En Cocinandos no tenemos carta, solo un menú degustación, que cambia cada 4 ó 5 días dependiendo del producto que a diario compramos en el mercado. Dicho menú está compuesto por un aperitivo, una sopa, una ensalada, un pescado, una carne y un postre. Nuestra cocina puede denominarse como una cocina leonesa de mercado actualizada. La decoración del local es minimalista y cuenta con el atractivo de que la cocina esta en el centro del comedor, con lo cual se ve como cocinamos”.
Felicidades a es esta pareja de emprendedores cocineros que en este tiempo han tenido oportunidad de lograr un enorme éxito en la restauración y, además crear una familia feliz. No puede pedirse más.
………

Restaurante Cocinandos

Calle Campanillas, nº 1

León

Teléfono: 987.07.13.78

Horario: de 13:30 a 15:30 y 21:30 a 22:45 h.

Descanso: domingos y lunes por la noche.

Precio Medio: 38 euros

Calificación: (de 1 a 5) *****


viernes, 10 de octubre de 2008

(Antonio Cabezas)Color a Tierra


Antonio Cabezas recuerda su aventura como periodista descalzo en Latinoamérica a través de las pinturas de artistas de los países en los que vivió

Los mojones que marcan la aventurera existencia de Antonio Cabezas Esteban, un leonés nacido en las vecinas tierras de Palencia que se define a sí mismo como periodista descalzo, son pinturas, son cuadros que ha ido reuniendo en sus periplos viajeros por el tercer mundo, especialmente por el continente iberoamericano.

Cabezas ha sido director de una emisora radiofónica en la República Dominicana. Ha dado cursos de comunicación en Ecuador, Guatemala, Perú y Costa Rica a sencillos periodistas que no pudieron asistir a ninguna universidad. Ha viajado por el cono sur americano contando sus aventuras a través de los programas internacionales de Radio Nederland… y todo ello lo recuerda a través de las pinturas que atesora. “Esta colección abarca un largo periodo de mi vida –explica- concretamente desde el año 1976 hasta la actualidad. El cuadro más antiguo que conservo lo adquirí en la República Dominicana, y es del pintor Guillo Pérez. Es el retrato de una líder campesina que murió por defender su tierra. A partir de ese momento comprobé como a través de la pintura podía ir recodando cada momento de mi existencia”.

La colección pictórica de Antonio Cabezas, que puede verse estos días en la sala de exposiciones de la Casa de las Carnicerías, es un compendio de los más variados estilos, pero con un único protagonista: el color de una tierra que vive un presente apasionante, un renacimiento que la acerca a los grandes momentos de esplendor de sus civilizaciones precolombinas. En ella destacan por su fuerza, por su brillantez cromática, por sus minuciosos detalles y su impagable ingenuidad, la serie de obras naïf realizadas por grandes artistas como Mayo Hassan, Carlos Marenco, Valladares, Salvador Simón o Luis Alvarado. “Creo que podríamos decir que son pinturas que hacen una interpretación folklórica de aquellos países, muchos pertenecen a ese estilo ingenuo, sencillo, que les acerca a una visión indígena de la vida. Aunque hay otros que no tienen dada de naïf, son pinturas de gran solidez, obras muy ligadas a los países de los que provienen y, especialmente, al momento histórico al que pertenecen. El noventa por ciento de estos cuadros se los compré directamente a los artistas, a sus creadores”.

Cabezas es en la actualidad consultor de la holandesa Radio Nederland en África, donde ha visitado la mayoría de sus naciones. Pero sus cuadros están a buen recaudo, “Los tengo en mi casa. Cuando la hicimos ya la levantamos pensando en tener muchas paredes para ir colocando los cuadros. Cada día recuerdo mis vivencias a través de ellos. Y cuando vienen mis amigos a visitarnos les doy la paliza contándoles la historia de cada uno, como lo conseguí, las peripecias que pasamos juntos hasta llegar aquí, lo que cuentan y, sobre todo, lo que emocionalmente significan para mí”.

El color de la tierra es una maravillosa colección pictórica que explica el latido de una tierra emergente y que habla de la sensibilidad de un hombre que se han entregado con pasión al mundo de la radio. “Los programas que hacíamos en aquellas emisoras rudimentarias tenían el sabor de la tierra, brotaban macizos de locutores nativos, con los pies recios apostados en su tierra. De ahí que la prensa diera en llamarnos periodistas descalzos. Y como recuerdo de aquellas emociones quedan estos cuadros que plasman la realidad de Latinoamérica con trazos firmes, coloristas, llenos de pasión y que reflejan tanto la vida endémica del quehacer campesino, como la eterna lucha por un pedazo de tierra”.


(Carlos Rodríguez)Al otro lado del espejo


Carlos Rodríguez inaugura la temporada en la sala Campus Stellae con su exposición titulada Beatriz en su jardín.
La sala Campus Stellae, del Colegio Marista San José (c/Álvaro López Nuñez nº12) abrirá la temporada el día 10 de Octubre con la exposición de pintura del artista Carlos Rodríguez titulada Beatriz en su jardín, que permanecerá durante todo el mes de Octubre. Son cuadros figurativos de distintos formatos en los que el paisaje, sobre todo arbolado, es el tema más tratado.

Carlos Rodríguez (Valladolid 1969) es Licenciado en Bellas Artes. Desde la década de los 80 desarrolla su actividad artística, primero como integrante del Grupo Cobalto de artistas plásticos afincado en Valladolid, y en solitario desde mediados de los 90. En la actualidad reside y tiene su estudio en León y esta es su primera exposición en ésta ciudad.

Su obra con, claras influencias postimpresionistas, tiene en lo que al color se refiere tintes fauvistas, aunque es también una obra propia de su tiempo fruto de un trabajo muy pensado y del análisis que el artista hace del mundo que le rodea. Es el reflejo de una naturaleza soñada, el otro lado del espejo donde todo cabe y puede ser posible y donde el mundo gira alrededor de Beatriz y su jardín de almendros en flor.



lunes, 6 de octubre de 2008

Guerrero del Antifaz que estas en la gloria


El Centro Cultural de Caja España presenta una exposición en homenaje el dibujante Manuel Gago

La niñez nos queda tan ya lejana como una primitiva con seis aciertos, pero los recuerdos de los años infantiles permanecen inalterables en nuestra memoria. El Guerrero del Antifaz marcó unos años importantes de mi existencia, desde que apenas fui capaz de juntar las letras en sílabas, hasta la espectacular aparición del Capitán Trueno.

Durante años mi juego preferido en el recreo del colegio era el de perseguir a perversos sarracenos portando el abrigo sobre los hombros, sujeto al cuello por las mangas, con el rostro cubierto por un antifaz de cuero que fabricó para mí un vecino zapatero (nada que ver con el de la Moncloa, que es con mayúscula) y un palo cualquiera en la mano.

Por eso no puedo contemplar ahora los dibujos de Manuel Gago con imparcialidad, yo que fui durante un tiempo el propio Guerrero del Antifaz, estuve enamorado de Zoraida, una musulmana de armas tomar, y desprecié por cursi a la bella Ana María, poseedora de cierto marquesado de cuyo nombre no quiero acordarme. Yo que me sentí fraternal amigo del valiente Conde de los Picos, y odié con toda mi alma al malvado Ali Kan, que Alá confunda para siempre. Yo, después de esta confesión, no puedo decir que los guiones de la casi eterna serie eran repetitivos y de una sencillez enojosa. No puedo argumentar que los dibujos eran simplones y realizados a destajo, siendo más importante siempre la cantidad que la calidad.

¿Qué como se explica el éxito de la saga del famoso defensor de la cristiandad? Pues muy sencillo, eran los tiempos de la posguerra, y en aquella España de Franco llegaban muy pocas cosas de más allá de nuestras fronteras, y los cómics americanos, que antes del 36 aparecían puntualmente, fueron durante un largo periodo inexistentes. El Guerrero del Antifaz y Roberto Alcázar y Pedrín, los dos grandes clásicos de los tebeos españoles, debieron su éxito a la falta de una competencia seria, ellos fueron los tuertos en un país de ciegos, o que caminaba con los ojos vendados.

Comparar estos tebeos con cualquiera de las grandes series que parecían al mismo tiempo en América hace que casi nos avergoncemos. Los nuestros más que ritmo narrativo tenían barullo. Más que escenarios en los que contar la historia, solamente unos trazos deslavazados. Más que guiones una sucesión de desaforados combates. Y eso sí, una continua y aburrida repetición de temas y personajes.

Todo esto lo podemos apreciar en la estupenda exposición, Manuel Gago, aventuras en el papel, que como homenaje al desaparecido Manuel Gago, se presenta estos días en la Obra Cultural de Caja España.

En ella podemos contemplar la mayoría de las creaciones de este dibujante vallisoletano que vivió prácticamente toda su vida en tierras de Valencia. De padre republicano pasó tiempos de penuria en la década de los cuarenta del pasado siglo, sufriendo una grave tuberculosis que le tuvo mucho tiempo postrado en la cama. Desde el lecho y ayudándose de una tablilla para apoyarse, creo sus primeras historietas, que muy pronto consiguió publicar. Entre las decenas de personajes que creó, además del Guerrero del Antifaz, destacan, El pequeño Luchador y Purk, el Hombre de Piedra.

Fue Manuel Gago un creador infatigable al que quizá le sobraron necesidades para poder trabajar más despacio, para dedicar más tiempo a los guiones y dibujos de sus historietas que, a pesar de todo, fueron la ilusión de los niños de los años cuarenta y cincuenta… hasta que apreció el Capitán Trueno con buenos guiones y estupendos dibujos y la estrella del de el antifaz comenzó a declinar inexorablemente.

Premio Entorno Rural

Las fotografías que se mostrarán a partir de esta tarde en el Club de Prensa de Diario de León, tienen un interés muy especial. En estos tiempos en los que el medio rural está cada vez más olvidado, en el que las cosas del campo nos son cada vez más lejanas, es importante que alguien nos recuerde que ese mundo existe, que hay campos de cultivo y granjas que nos proporcionan alimentos, que hay viejos pueblos con construcciones ancestrales que deben seguir siendo parte importante de nuestra memoria colectiva. Por eso esta cita anual que propone el Banco Herrero tiene una importante trascendencia.

Hay que unir a todo esto que los participantes en este concurso Premio Entorno Rural, han enviado una serie de obras de gran altura, por lo que la cita se convierte también en un importante acontecimiento cultural.

Aunque todas las fotografías que se presentan en la muestra son importantes, destacamos que este año los galardones han sido para Carmen González, que logró el primer premio, de 1.500 euros, destinado a la mejor imagen del mundo rural, con su obra, Todos juntos. En ella las figuras se aprietan y se mueven como en una especie de sueño, llenando todo el espacio, en una composición clara, que ahoga, cualquier forma de esperanza. Hay en cada uno de los sujetos, un extraño conflicto de soledad y angustia.

El primer accésit, de 600 euros, se lo llevó Javier Arcenillas por su fotografía, Malavrava.

Y el segundo accésit, de 300 euros, fue para Enrique Gutiérrez, por Pinchu.

El jurado que otorgó estos premios estuvo integrado por Sergio Vega, Presidente de la Asociación de Fotógrafos de Asturias; Jorge Alonso, profesor de fotografía; Andrés García, fotógrafo ganador de la edición del año 2007; Luis Morilla, de la Dirección de Comunicación e Imagen Corporativa de Banco Herrero y Luis Acebal, Director de Comunicación Profesional.

La VII Edición del concurso contó la participación de 46 concursantes de toda la geografía nacional y se presentaron un total de 120 obras.