lunes, 13 de octubre de 2008

La Semana de la Tapa


Las tapas son uno de los elementos más discutidos de la hostelería leonesa. Desde siempre se han enfrentado los hosteleros y los clientes, aduciendo unos que la tapa era un obsequio que hacían graciosamente y argumentado los otros que era una obligación ineludible con cada vaso de vino, caña… o cualquier otra bebida, ya que la costumbre hace ley. Igualito que en las Cabezadas.

Estos días se celebra, bajo el palio municipal que portan la Asociación de Hostelería, y las agrupaciones profesionales del Barrio Húmedo y el Barrio Romántico, la II Semana de la Tapa Leonesa, en la que participan 35 bares y una decena de restaurante de la capital. En los bares, por la módica cantidad de 2 euros, los hosteleros se comprometen a ofrecer una tapa de compleja elaboración y un Mencía, Prieto Picudo, cerveza o similares. Una iniciativa loable, sobre todo por el interés de los bares y restaurantes en promocionar su gremio añadiendo trabajos especiales a sus cocinas. Y un empeño que bien podría llevarnos al buen camino, al que nos recuerda que las tradicionales y gratuitas tapas de León eran pequeños pinchos que apenas servían para animar al parroquiano a tomarse el vino peleón de estas tierras. Porque los tiempos en esto han cambiado tanto que la tapa ha llegado a convertirse en un gravamen extra para los ya martirizados bolsillos de los empresarios.

La culpa la tienen esos bares que han hecho de la tapa un auténtico plato y que, sobre todo en algunas zonas de la capital, son verdaderamente pantagruélicas. Dicen los hosteleros, con razón, que si se quieren tapas elaboradas y de magnitudes mayores hay que pagarlas, como se hace en la mayoría de las ciudades españolas. Si las tapas obligan a tener una o dos personas más en la cocina, de alguna manera hay que compensar este gasto.

Por eso el que los leoneses hagan una larga peregrinación por los establecimientos leoneses degustando las exquisitas tapas que estos van a brindarles pagando, aunque sea un módico precio, yo creo que es muy interesante, porque con el tiempo se puede abrir el camino para que las tapas, que no los ligeros pinchos de siempre que estos deben de seguir siendo completamente gratuitos, tengan un coste para quienes las disfrutan.

Personalmente les aseguro, ya tengo un folleto con la relación de establecimientos que se han adherido a la idea, que les iré visitando todos sin prisa, pero sin pausa, porque estoy seguro de que los hosteleros leoneses saben estar a la altura de las circunstancias y harán que estos recorridos gastronómicos sean enormemente gratificante, por lo menos como lo fueron el año pasado.



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