El berciano Vázquez Mourelo expone en la galería de arte Ármaga
La camisa americana es el título de la nueva exposición del pintor berciano Fernando Vázquez Mourelo (Cacabelos, 1965) en la Galería Ármaga Se trata de un conjunto de lienzos y collage figurativos con los que este joven artista, afincado en Salamanca, simboliza una intencionalidad poética que persigue conseguir una atmósfera casi mágica, ya que los objetos y figuras de sus cuadros parecen cobrar vida para contar historias cotidianas de la humanidad.
Una exposición dedicada al amor en la que sorprende el empleo de una serie de vitrinas que son como pequeños escaparates en tres dimensiones en los que el pintor cuenta los dramas emanados de los sentimientos. “Estas vitrinas –explica- ya tuvieron una antesala en mi última exposición en León, la que realicé el pasado año 0en el Centro Cultural de Caja España, ahora están mucho más elaboradas, son mas concretas y creo que están más formalizadas. Pienso que en ellas he reflejado de forma clara las ideas que tenía. Uno de los objetivos que he tenido siempre como pintor es el de intentar fundir la abstracción y la figuración, para que funciones homogéneamente sin resultar extrañas, para que no sean un pastiche. Intento trabajar con un lenguaje que permita a mi pintura avanzar hacia otro tipo de propuestas más espaciales, más arquitectónicas, más teatrales. Hacer que la pintura crezca hacia delante y hacia los lados, que sea más invasiva de lo que ya la venía haciendo”.
Pero el artista, el pintor, no puede olvidar sus orígenes y ofrece también una interesante galería de óleos. “La pintura que he traído a Ármaga, creo que tiene la particularidad de estar entroncada con las vitrinas, ya que toda la exposición gira en torno a un mismo tema. La he planteado como una manera de retratar el amor como un paisaje, como un espacio, un lugar en el que suceden cosas, donde los objetos y la gente que habita ese escenario se contamina de lo que sucede en el paisaje amoroso. De alguna manera los cuadros que hay en la exposición muestran el lado más sosegado y más tranquilo, más calmo, más sereno... Aunque las vitrinas también son pintura, a pesar de que las llamen collage. El collage es un término puramente técnico, pero creo que las dos cosas son pintura. Básicamente una intenta atrapar al espectador desde la invasión, y la otra invitándole a entrar, de una forma mucho más tranquila”.
Mourelo piensa que en su vida los hechos, los acontecimientos vitales, no son realidad hasta que no aparecen reflejados en sus cuadros. “La pintura es mi vida, lo es desde el momento en que tuve la certeza de que quería ser pintor -asegura-. Yo no me entiendo haciendo otra cosa, es mi manera de ubicarme en el mundo, es mi forma de dialogar con lo que me rodea. Con ella asumo mis problemas, exorcizo mis historias. La pintura es como un campo de reflexión, a mí me sirve para pensar, para meditar, para mantenerme sano y con el juicio en su sitio. Lo que para otra gente se convierte en rezo, para mí se transmuta en pintura. Es mi cordón umbilical, lo que me une a la vida que me rodea».
Licenciado por la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, Vázquez Mourelo ha conseguido que su trabajo salga del estricto plano del lienzo para coquetear con la escultura y la instalación, técnicas que ya introdujo en la exposición Estabulario , con la que hace un año sorprendió en la sala de Caja España en el edificio de Santa Nonia.
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