viernes, 13 de junio de 2008

(Antonio Capel)Con los toros como disculpa

El gran pintor palentino Antonio Capel expone sus lienzos en Sharon Art

Admirando las obras del pintor palentino Antonio Capel el espectador puede ilusionarse con la belleza de un gato que guarda la ventana a la hora de la siesta, para que los duendes no perturben el sueño de su amo. Enternecerse con la mirada ingenua de unos niños retratados en la penumbra de una antigua habitación. Quizá llegue a percibir el juego de sensualidad que emana de sus desnudos. También podrá comprobar el que mire sus lienzos el inexorable paso del tiempo, la huella que la vida imprime en los elementos que componen sus naturalezas muertas. Pero el visitante de una exposición de este singular artista no tendrá más remedio que apasionarse con sus pinturas taurinas. Toros y toreros pueblan unos lienzos pletóricos de luz, aunque lo que mejor pinta Capel son los trajes de luces, el artista consigue reflejar mucho mejor que cualquier fotografía toda la belleza de ese traje de ceremonia que es el resumen de toda la belleza, si es que la tiene, de ese antiguo y trágico ritual que es la fiesta de los toros.

La historia de Antonio Capel, en contraste con su obra, es sucinta. Siempre le gusto dibujar y pintar y un buen día, siendo aún muy joven, decidió dedicar una parte de su tiempo a recibir unas clases básicas de pintura. Con este bagaje y sus cualidades innatas, él se denomina a sí mismo autodidacta, ha llegado a ser un pintor de prodigiosas cualidades, un artista que domina perfectamente la técnica y, sobre todo, un dibujante meticuloso y un pintor capaz de reflejar con auténtico hiperrealismo toda la luz que llega a sus retinas.

Este cúmulo de cosas podría hacer pensar a quienes no conocen su pintura que es un pintor anclado en el tiempo, pero nada más incierto, Antonio Capel, o Capel como a él le gusta firmar sus obras, es un pintor comprometido con la época que le ha tocado vivir y emplea su sapiencia técnica para tratar los diferentes temas desde un enfoque moderno y casi siempre original. Contemplando los hierros, los cueros, las telas y las luces y sombras que conforman uno de los cuadros que estos días cuelga en Sharon Art, el que ha dedicado a reflejar la rodilla de un picador taurino, puede el visitante darse cuenta de la perfección y la originalidad de este pintor.

En algunas ocasiones los cuadros taurinos de Capel han servido de carteles para los festejos taurinos que se celebran en León durante las fiestas de San Juan y San Pedro, este año no ha sido así y es una lástima.

1 comentario:

Maritza Bernal dijo...

La obra del Maestro es espectacular, el manejo de las proporciones, la luz, la profundidad de la obra, el contraste.
La temática es sin duda y en mi opinión lo mejor.

MBernal